Anarquismo y veganismo

El anarquismo es también conocido como el “ideal libertario” ya que su fundamento es la defensa de la Libertad en su sentido más global y absoluto. Toda la filosofía anarquista ha sido y es desarrollada con el objeto último de conseguir la Libertad total para todos los individuos en el seno de la sociedad. La Libertad sería el derecho a actuar, moverse, y pensar en base a las propias ideas y creencias, sin imposiciones externas y siempre con respeto hacia los demás, hacia sus diferencias físicas y psíquicas y también hacia sus comportamientos, creencias, actitudes e ideas siempre que estén basados en el respeto a su vez. La Libertad sería por tanto en sentido amplio: la ausencia de dominación e imposición.

La Libertad, desde un punto de vista libertario, sería además sinónimo de responsabilidad sobre uno mismo y sus acciones por respeto a los demás, de igualdad de derechos entre los seres humanos, de compromiso con los valores libertarios, de cooperación, de solidaridad, de justicia y de negación de toda autoridad humana que no sea la que uno mismo se impone a sí mismo, sin amos ni siervos. La Libertad así entendida, habría de serlo para tod@s, o no sería Libertad, con lo que sólo sería posible en una sociedad igualitaria y justa en la cual los intereses de unos individuos no se interpusieran con los de los demás.

Así pues el anarquismo sería contrario a toda discriminación, subordinación o explotación de los seres humanos ya que siempre estarían basadas en criterios arbitrarios (económicos, numéricos, raciales, culturales, religiosos, sexuales, nacionalistas, etc…) contrarios al respeto, que tienen su origen en la falsa superioridad absoluta de un grupo/individuo humanos sobre otr@s, es decir en el concepto de Autoridad o Poder. Así pues el anarquismo se posiciona en contra del racismo, el sexismo, el patriotismo y la xenofobia, la homofobia y las jerarquías de cualquier tipo (estados, líderes, jefas/es, ídolos, vanguardias,…).

El pensamiento anarquista hace referencia a un mundo utópico en el que los seres humanos vivan en Libertad, paz, igualdad y armonía entre ell@s y sin más autoridad, poder, ley o control humanos a nivel personal que aquel que cada cual se imponga a sí mismo en base a su propia reflexión. A nivel colectivo los conflictos se resolverían mediante la razón, la comunicación y el debate, nunca mediante la fuerza ni la creación de núcleos de Poder que dictasen y aplicasen leyes al resto de las personas, ni mediante la delegación de la autoridad-responsabilidad individuales en manos de otr@s. Los individuos formarían comunidades de tamaño reducido (mucho más habitables y autogestionables) en las que la asamblea sería el método de organización, decisión y resolución de los posibles conflictos que surgiesen en el seno de la sociedad y en la cual tod@s tendrían derecho a participar de forma igualitaria, tomándose las decisiones por consenso y por tanto compartiéndose entre tod@s tanto la responsabilidad, como la “autoridad” respecto a las decisiones tomadas, sin imposiciones de ningún tipo.

Otra constante en el movimiento libertario, aunque a veces se deja de lado, sería la lucha por la coherencia entre los medios y los fines. El anarquismo promulgaría el tratar de poner en práctica las ideas libertarias hoy en día, en la medida en que el Sistema, el entorno personal y nuestras propias limitaciones como parte que somos de esta sociedad jerárquica nos lo permitan, tratando siempre de avanzar hacia ese ideal, de deshacernos de las contradicciones y vicios adquiridos que nos apartan de ello, tanto a nivel personal como colectivo. Lo comentado anteriormente, haría referencia a los comportamientos y relaciones entre los seres humanos, pero no sólo los humanos sufrimos en exclusiva el autoritarismo, las jerarquías y la explotación existentes en este Sistema, sino que dichas injusticias sobrepasan los límites de la especie humana, siendo también los animales no humanos y la Naturaleza en general víctimas de diferentes formas de imposición por parte de los seres humanos y sus actitudes dominadoras.
Dado que los animales no humanos poseen de forma general y en diferentes grados y maneras voluntad, sensibilidad, sentimientos y capacidad de decisión y de movimiento, tendrían también la necesidad de ejercitar estas aptitudes libremente eligiendo según su propio criterio. Por tanto cualquier explotación o dominación de que fueran objeto los mismos atentaría contra dicha Libertad y sería por tanto una injusticia bajo una óptica libertaria. El concepto de especie a la hora de establecer una jerarquización del reino animal sería un criterio tan arbitrario como cualquier otro de orden físico-psicológico en las jerarquías entre human@s y, por tanto, igualmente injustificable por una ética anarquista.

En cuanto a la Naturaleza en su conjunto (Universo, Cosmos, Planeta, Biosfera, Gaia, Amalur,…) si bien no se le podría aplicar el concepto de Libertad de la misma forma, sí que se podría aplicar de forma amplia como “ausencia de dominación” para definir una ética libertaria con respecto a las relaciones entre los seres humanos y el resto del Universo. Resulta absurdo establecer una jerarquía que ponga al ser humano como centro y dueño del Cosmos cuando no somos ni más ni menos que una especie más viviendo bajo las leyes de Éste y formando parte de Él, nunca al revés. Hacerlo supone una inmensa falta de humildad y una clara muestra del autoritarismo que subyace en las culturas que establecen dichas jerarquías, con lo que tales concepciones de la Realidad chocarían de frente con la filosofía anarquista y con su ética libertaria, pues suponen una actitud de Poder y dominación sobre el Planeta y otros seres.Por otro lado, la liberación animal como ideología, se basaría en el respeto a los intereses de todos los animales y en la lucha contra el especismo. La liberación animal daría por hecho que la distinción entre especies animales no es más que una barrera biológica que no da derecho a los miembros de ninguna especie a imponer sus intereses sobre los de otras. Haciendo un análisis/revisión y desarrollo desde un punto de vista libertario (basado en la Libertad) de la filosofía subyacente a la liberación animal, debemos resaltar que:

1.- El término “liberación” haría referencia a la puesta en Libertad o consecución de la misma para/por un@ mism@ o para/por otr@s.

2.- Tomando esta definición y la de Libertad como ausencia de dominación, explotación, imposición, como referencia, la liberación animal sería la lucha por la consecución de la Libertad para todos los animales.

3.- Así pues el contenido central en que se basaría la filosofía animalista libertaria sería el derecho a vivir en Libertad que todos los animales poseemos y que sería igual de respetable en todos los individuos de cualquier especie.

4.- Por tanto, el especismo sería una actitud de Poder que justificaría la explotación, dominación y sentimiento de propiedad que l@s human@s ejecutan sobre otros animales y los ecosistemas.

5.- En base a lo señalado e independientemente de reformismos anclados en el Sistema especistas y la incoherencia que los sustenta (Ejemplo: Declaración Universal de los Derechos de los Animales) (1), bajo un punto de vista libertario todos los animales incluid@s l@s human@s poseeríamos dos derechos fundamentales inseparables y complementarios, sea cual fuese nuestra especie: El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica y el derecho a la Libertad. Ambos derechos podrían resumirse en el derecho a “vivir en Libertad”. Este/os derecho/s derivarían de los intereses naturales que todo animal posee.
La Libertad sería un derecho inalienable en todos los casos ya que no estaría justificada su privación en ningún supuesto. No es necesario jamás privar de su Libertad a un animal para mantener la Libertad o la vida de otro/s ser/es. Ni siquiera existen ejemplos en la Naturaleza y, los existentes en las sociedades humanas responden a necesidades artificiales falsas, suponen falsas soluciones a problemas creados por la propia degeneración de los modos de vida y están basados en la supremacía del ser humano sobre los animales y la Naturaleza, no en verdaderas necesidades naturales de nuestra especie. Ejemplos de esclavitud animal (sin tener en cuenta la que sufrimos l@s human@s de la que hablaremos más adelante) son la ganadería justificada con la falsa necesidad de productos animales por parte de l@s human@s, la vivisección justificada con la falsa curación de enfermedades creadas por nuestros propios hábitos y entorno insanos, la posesión de mascotas justificada por el simple placer obtenido de poseer el control sobre otr@s (=Poder) o por el cuestionable “amor” por los animales no humanos….

Este carácter de inviolabilidad sería lo que hace la Libertad el básico del animalismo libertario (y del anarquismo en general).

6.- En lo referente al derecho a la vida-integridad, bajo una perspectiva libertaria, sería un derecho inalienable salvo en dos supuestos basados en la lucha por la supervivencia:
a) Satisfacer una necesidad primaria (alimento, abrigo o herramienta para obtener los dos primeros).

b) Defenderse de forma inmediata y espontánea de una agresión física puntual en un momento y lugar precisos (2), es decir: la autodefensa o defensa de otros seres con los que se sintiese alguna relación. En definitiva, el uso de la violencia contra los animales (human@s o no) sería el último recurso para defenderse o evitar una agresión física puntual.

Dado que ambos derechos habrían de ir unidos, se observa que en la situación actual respecto a los animales no humanos el supuesto por el cual éstos en teoría podrían ser sacrificados/torturados para obtener alimentos, abrigo o herramientas quedaría invalidado, no sólo por la existencia de alternativas dietéticas, textiles y tecnológicas que permiten evitar dichas muertes/sufrimientos (vegetalianismo/veganismo, fibras vegetales y sintéticas, herramientas de materiales plásticos o metal, etc…) con lo que dejan de ser necesidades primarias, sino también porque los animales no humanos que son explotados para dichos fines, no son libres, con todo el sufrimiento que ello conlleva (atentado contra la integridad).
Se podría concluir por tanto, que cualquier posesión, utilización, o mantenimiento y cría de animales no humanos por parte de l@s human@s sea con los fines que sea (alimentación, investigación, diversión, compañía, trabajo, “cultura”, conservacionismo, etc…) resultaría injustificable bajo una concepción ética libertaria ya que atentaría contra su derecho a la Libertad y a la integridad física y psíquica, así como en muchas ocasiones contra su vida (3).
Tampoco resultarían justificables la caza y pesca actuales en las sociedades agro-ganadero-industriales, no comparables en absoluto a la caza y pesca de sociedades preagro-ganaderas mal llamadas primitivas. En el caso de la caza-pesca individual, dichas muertes (4) no serían necesarias para suplir las necesidades de alimento, abrigo o herramienta de quienes las causan, sino que serían provocadas por mera diversión y por la mentalidad especista que crea una imagen de los animales no humanos como meros objetos insensibles. En el de la caza-pesca comercial, las razones serían, aparte de económicas, también el especismo y la actitud explotadora-dominadora de los ecosistemas y la Tierra que ha sido siempre la base de las sociedades humanas desde el Neolítico.

7.- De todos modos la liberación animal no puede hacer sólo referencia exclusivamente a la lucha por los animales no humanos. L@s human@s como seres animales, poseerían los mismos derechos y las luchas por la consecución de estos derechos, deberían formar parte del conjunto ideológico de la liberación animal. Así bajo un punto de vista animalista libertario, entendido en su sentido más profundo, la liberación animal no sólo serían las luchas, modos de vida, ideas y alternativas contrarios al consumo y producción de productos animales, vivisección, “deportes” crueles,… referidos al abuso sobre los no humanos y su liberación, sino que además englobaría a la vez en una sola todas las filosofías y movimientos contrarios al abuso entre l@s propi@s human@s y a favor del establecimiento de una sociedad humana más libre, igualitaria y solidaria.

Vemos por tanto cómo el anarquismo y el animalismo , tratados en su sentido más global y siempre bajo una ética libertaria, convergerían en sus fines ya que defenderían la misma idea: la consecución de la Libertad para todos los animales y la lucha contra todo aquello que amenace o atente contra dicha Libertad.

Frente a estos problemas, cabe plantearse si existirían verdaderas alternativas que no sólo evitasen la extensión de esta explotación global, sino que a su vez ofreciesen una nueva concepción de la realidad, en base a unos valores éticos distintos de los imperantes en la actualidad, que permitiesen el desarrollo de un modo de vida y una sociedad verdaderamente acordes con el respeto a los animales (humanos o no) y al Planeta.

El veganismo (ver Nota 1) como filosofía cumpliría en gran parte estos requisitos. Basado en el respeto a los animales y al Planeta, no sólo evitaría a corto plazo y de forma directa la esclavitud, producción y/o muerte de millones de no humanos, sino que a más largo plazo las relaciones existentes entre ésta y otras alternativas y luchas sociales (ecologismo, antirracismo, antisexismo, pacifismo, anticapitalismo…) basadas a su vez en concepciones más restringidas (infraespecíficas) del respeto, se pondrían de manifiesto, compartiendo muchas posturas el veganismo con éstas y no siendo necesariamente incompatibles en el resto. Por ejemplo, el ahorro de alimentos, materias primas y energía que supondría la asunción de forma general por parte de la población (sobre todo en los países más ricos) de un modo de vida vegano, junto con la reducción de las agresiones medioambientales y para la salud que esto supondría (5), hacen de ésta alternativa, un completo interesantísimo para otras propuestas lanzadas desde movimientos radicales

Además se debe tener en cuenta que el veganismo no sólo consistiría en el análisis y crítica del Sistema actual bajo un punto de vista animalista y la presentación de posibles modelos de sociedad basados en el respeto, sino que en esta alternativa y en su proceso de cambio social tendrían una importancia fundamental el compromiso, la coherencia, la responsabilidad y la actitud personales/colectivas y cotidianas.

Siguiendo con la línea llevada a lo largo del artículo, si tomásemos como base ideológica del veganismo la liberación animal desarrollada en base al respeto a la Libertad por un lado, y la ideología anarquista extendida más allá de la especie humana por otro, podríamos definir un nuevo concepto: El Anarcoveganismo(Ver Nota 2) que uniría anarquismo y veganismo (o liberación animal en su sentido más amplio), completándose, ampliándose y enriqueciéndose mutuamente los puntos de vista, los criterios, las posturas, las formas de acción, los métodos de lucha, e incluso los modelos utópicos de sociedad propuestos por dichos movimientos.
Así el Anarcoveganismo defendería una sociedad utópica, basada en la Libertad, la paz, la igualdad, la armonía y la solidaridad para con l@s human@s así como en el respeto hacia la vida en Libertad de los animales no humanos y la no explotación-dominación-propiedad del Planeta y sus ecosistemas, los cuales habitamos los animales, de los que formamos parte y a los que debemos nuestra existencia.

Todo esto significaría un modelo de sociedad que desarrollase modos de vida basados en principios ecológicos, éticos y anarquistas, para evitar así los problemas ambientales, morales y sociales que aquejan a las sociedades agro-ganadero-industriales en la actualidad. Algunos de estos modos de vida serían: la agricultura ecológica (vegana), el reciclaje y la reutilización, el ahorro de materias primas y energía, la utilización de energías renovables, la cercanía entre centros de producción y consumo, el uso al mínimo de transportes motorizados, núcleos de población reducidos, industrialización y tecnologías reducidas al máximo, solidaridad y comunicación entre las personas, participación de tod@s en la toma de las decisiones sociales (asamblea), autogestión, comunismo libertario (“cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad” = reparto equitativo de los bienes necesarios), responsabilidad y compromiso de tod@s en todos los aspectos que influyesen en la marcha de la sociedad, no uso de animales no humanos en ningún caso, vegetalianismo, resolución no violenta de los conflictos, cooperación y apoyo social a las personas para que se desarrollen de forma libre y total, inexistencia de estados, cuerpos represivos, ejércitos, etc…

Bajando de nuevo a la realidad actual, el Anarcoveganismo al igual que las ideologías de las que proviene, defendería y promovería la coherencia con sus principios, en la medida de lo posible, tratando cada vez de abrir nuevos frentes de acción, tanto a nivel personal (cambios de dieta y de actitud frente a l@s demás, rechazo de hábitos perjudiciales para llevar tanto un@ mism@ como l@s demás una vida libre, reducción del consumo, uso de productos libres de explotación, alternativas a la utilización del automóvil privado, rechazo y crítica abiertos de toda autoridad humana externa a un@ mism@ y a ser un@ mism@ una autoridad para nadie!!!, autoanálisis y autocrítica profundos y continuos, acción directa no violenta/no destructiva, participación en colectivos asamblearios, etc…), como a nivel colectivo -creación de colectivos asamblearios, sin jerarquías ni delegación de responsabilidades en algunos miembros, cooperación y/o colaboración e/o integración y coordinación con otros movimientos radicales basados en la defensa de la Libertad y el respeto hacia otros seres, humanos o no, hacia el entorno (movimiento/s ecologista/s, antiracista, animalista, vegano, anticapitalista, antisexista, etc…), en la medida que las posibilidades de acción de cada grupo anarcovegano y el método organizativo-funcional de los otros movimientos lo permitan; potenciando la comunicación, el debate y la información tanto en la sociedad en general como, sobre todo, dentro de los movimientos radicales ya que serían los más cercanos-.
En resumen, el Anarcoveganismo sería, al igual que las ideologías que son su origen, no sólo una utopía lejana, sino algo palpable, que deberemos trabajarnos día a día en nuestra realidad cotidiana tanto personal como social, si realmente deseamos que alguna vez el Mundo sea un lugar donde todos los animales podamos vivir en Libertad. Aún queda un largo camino que recorrer, de nuestro trabajo actual depende el Mundo futuro.

(*) El especismo o antropocentrismo como actitud de superioridad que antepone los intereses humanos, sean cuales sean y en el contexto que sea, a los de los animales o el Planeta se pondría de manifiesto en todos los actos, actitudes y formas de pensar que supongan dominación, control, posesión o trato de inferioridad para los animales o La Tierra. Tendría su origen en la creencia ancestral y ampliamente extendida, que otorga una superioridad absoluta al ser humano sobre el resto de los seres, basándose en criterios arbitrarios que ensalzan las características propias y menosprecian las ajenas. Esta es la base común de otras discriminaciones como el racismo o el sexismo, por ejemplo.

Texto proclamado el 15 de octubre de 1978 por la Liga Internacional de los Derechos del Animal, Ligas nacionales y personas físicas que se asocian a ellas, y aprobada por la UNESCO y la ONU.

No debe confundirse la respuesta inmediata y espontánea a una agresión física puntual, con la respuesta violenta retardada y más o menos preparada y estudiada, a una agresión puntual o permanente ya que estaríamos hablando en ese caso de venganza, pena de muerte, castigo, represalias, etc… y/o terrorismo, guerra, etc… y no sería justificable privar de la vida-integridad a ningún ser ya que no se trataría de autodefensa o defensa, sino más bien de odio y concepciones erróneas y perversas de la Justicia.

Merece la pena hacer mención especial en este punto a la llamada ganadería “ecológica”, que en muchos sectores “ecologistas” e incluso “animalistas” es considerada como una “alternativa” a la explotación animal que se realiza en las granjas factoría. Todo tipo de ganadería por el mero hecho de serlo supone la cría, el control, el manejo, la utilización y el sacrificio de animales no humanos para satisfacer falsas “necesidades” humanas.

Se están generando desequilibrios a gran escala en los ecosistemas marinos a lo largo de amplias zonas del Planeta, debido a la explotación incontrolada de los caladeros. Dichos desequilibrios afectan también a los ecosistemas terrestres y a la economía y a la política de los países costeros. Un ejemplo claro lo constituyó la sobreexplotación de los caladeros de anchoas en la costa Pacífica de Sudamérica, que no sólo redujo las capturas, sino que afectó también gravemente a la economía de estos países exportadores de pescado. Otros ejemplos de conflictos ecológico-políticos más cercanos derivados de la pesca, podrían ser “la guerra de las volantas” o la del fletán negro y cualquier otro de los continuos conflictos pesqueros existentes entre países.

Por si esto fuera poco, en muchos casos el derroche es impresionante, lanzándose de nuevo al mar miles de toneladas de animales muertos sin interés comercial, y una gran parte de las capturas se destina a la fabricación de piensos para una ganadería que también es innecesaria a su vez.

La ganadería ocupa terrenos para pastos y producción de piensos y forraje, potenciando la deforestación y con ella la erosión. Los gases desprendidos por el estiércol, poseen una capacidad de creación de efecto invernadero varias veces superior a la del CO2 (anhídrido carbónico) considerado por much@s la principal amenaza respecto al “cambio climático” global. Los residuos orgánicos de granjas y mataderos e industrias derivadas (alimentarias, curtidos, etc…) son una de las principales causas de polución de aguas subterráneas y superficiales. El consumo de productos de origen animal tiene relación con varios tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, óseas,… más cuando los animales en la ganadería industrial son atiborrados de productos químicos para aumentar su productividad (hormonas, antibióticos, reciclaje de excrementos y cadáveres, etc…).

Nota 1: Es necesario destacar que el término “veganismo” tiene diversas connotaciones según a qué valores se les dé mayor importancia a la hora de definirlo y desarrollarlo. Así el veganismo para un@s se basa en el respeto a la vida. Para otr@s en no causar daño o sufrimiento (respecto a la integridad). Para otr@s la base sería de índole religioso-mística. Para otr@s una combinación de las razones citadas o de otras.
También queremos señalar que en este texto el término veganismo trasciende el significado relativo al “modo de vida independiente de los productos animales no humanos” sino que también hace referencia a la filosofía subyacente a dicho modo de vida.

Nota 2: Para el Anarcoveganismo el valor central y absoluto sería el respeto a la Libertad, entendida como ausencia de dominación, imposición o propiedad. Lo cual no implica que no se dé la importancia que merecen a algunos de los otros valores como son la vida y la integridad física y psíquica. Pero serían considerados secundarios debido a que en algunos casos son relativos, es decir, existirían supuestos que justificarían actitudes contrarias a ellos como se comenta en el texto.

Nota 3: No es nuestra intención desprestigiar el anarquismo, el veganismo, la liberación animal, el ecologismo, etc… con este artículo, sino ampliar y aportar ideas y puntos de vista a dichos movimientos filosófico- políticos así como que sirva como base para el debate interno entre las personas y los grupos vinculados a ellos.

Nota 4: El término “Anarcoveganismo”, ha sido tomado del nombre de un colectivo de Xixón (Asturies): X-tremo anarcovegano, lo cual no implica necesariamente que dicho colectivo comulgue, acepte y/o defienda las ideas expresadas en el texto.
Este artículo ha sido un primer intento de definir y encauzar el Anarcoveganismo, lo cual no implica que todo está ya dicho al respecto ni que sea definitivo.

Una comparación de sistemas agropecuarios basados en la dieta alimenticia humana.

Los sistemas agropecuarios pueden ser definidos de muchas maneras. VEDA ha definido tres diferentes sistemas agropecuarios en concordancia con la dieta. También hay dietas basadas en la mezcla de las siguientes alternativas: una dieta basada en el consumo de carnes, una dieta (ovo) lacto-vegetariana, y, una dieta vegana.

• La cría de animales para su posterior matanza provee alimentos lácteos, carnes, cuero y lana. Este sistema agropecuario es generalmente aceptado en casi todo el mundo. La mayoría de los hindúes en India es una excepción notable.

• La cría de animales para la utilización de sus productos y servicios sin la matanza de los mismos es utilizada por personas que siguen la dieta (ovo) lacto-vegetariana. Este sistema agropecuario es utilizado por Granjas Felices.

• En el sistema vegan, basado solo en la alimentación vegetariana (sin huevos, lácteos, ni miel), los animales no son utilizados. Este sistema es actualmente desarrollado de acuerdo a estándares veganos.

Granjas Felices utiliza todo tipo de animales domésticos de la granja, siendo la vaca el más importante en todos los sistemas agropecuarios. A continuación presentaremos comparaciones entre los tres sistemas agropecuarios mencionados, utilizando la vaca como especie animal y Bos Taurus como ejemplo de ganado vacuno.
Los Bos Taurus son generalmente conocidos como vacas lecheras (Friesians, etc.), y los Bos Indicos son conocidos como cebúes. Este modelo de Granjas Felicez que estamos presentando pone más énfasis en el caso de los Bos Taurus . Los Bos Indicos tienen otro proceso de lactación y análisis a través de otro modelo comparativo que va a ser presentado y desarrollado hasta cierto punto en este trabajo.

Dieta basada en carne.

El ternero:
Separado de su madre después de 24 horas. Los cuernos son quitados y las hembras reciben amputación de sus ubres frontales. El ternero macho sino es matado en el plazo de pocas días, es utilizado en la producción de carne de ternero. O bien, es criado y engordado durante 3 años para la posterior venta de su carne.

La vaca:
El proceso de Inseminación Artificial (IA) es utilizado para preñarla al tercer año. Durante 300 días es utilizada para la extracción de leche con maquinas. Posteriormente se las deja descansar por 60 días, y luego su próxima preñez (utilizando IA en la mitad de su lactación). Este ciclo se repite 4, 5 o 6 veces, hasta la matanza. Tendiendo una “vida útil económicamente” estipulada de 6 a 10 años. Siendo utilizada su carne de baja calidad para producción de alimentos balanceados para mascotas.

El toro / buey:
La mayoría son castrados al segundo año y engordados, son matados al tercer año para el consumo humano. Alimentados con “concentrados” (raciones con alto contenido proteico), antibióticos y hormonas de crecimiento que proporcionan tamaño y musculatura.

Dieta lacto-vegetariana.

El ternero:
Comparte su leche con los humanos hasta su destete a los 6 meses. Sin mutilaciones. Los terneros viven con sus madres pero a su vez son separados de ellas en la proximidad, previniendo que ellos mamen constantemente.

La vaca:
Preñada por el toro para parir un ternero en el tercer año. Las madres viven con sus terneros, pero ellos son separados de la proximidad de sus madres durante el día, permitiendo su lactancia a intervalos hasta el destete al sexto mes. El ordeño manual es realizado logrando su optimización durante 4 años continuos. Luego se deja descansar al animal y posteriormente es preñada de nuevo para empezar otro proceso de cuatro años. Siendo su cría de 3 a 5 terneros durante su período de vida. Retirándola del sistema productivo hasta su muerte natural alrededor de los 20 años.

El toro / buey:
Un porcentaje de los toros son mantenidos como reproductores. La mayoría de los machos son castrados antes del tercer año y utilizados como bueyes para las labores del campo: cultivo, trabajo, transporte y turismo. Luego son retirados alrededor de los 15 años hasta sus muertes naturales aproximadamente a los 20 años.

La dieta vegana.

Dos opciones coexisten:

• No existen animales domésticos en el sistema.

• Las razas salvajes solo son permitidas en su hábitat de reserva natural en libertad. En esta segunda opción se prevé el control de la población para evitar su superpoblación.
Dieta basada en el consumo de carnes.

En el sistema de lácteos convencional, las vacas son fecundadas en su segundo año, para una lactación de 300 días en su tercer año. Sus terneros son separados de sus madres dentro de las 48 horas; aquellos con escaso valor económico son utilizados para la producción de carne de ternera, o matadas y sus cuerpos pulverizados y usados como materia prima en los concentrados alimenticios que sirven en muchos casos de alimento para ellos mismos. Estos tipos de productos originaron la enfermedad de la “Vaca Loca”.

La vaca lechera da un promedio diario de 20 litros, generando una lactación completa de 6000 litros. Durante este período son fecundadas de nuevo, listas para dar nacimiento y comenzar otro período de lactación; con sólo 2 meses que no dan leche entre parto y parto. Como promedio, la vaca es matada a los siete años, después de 5 lactaciones, dando 30.000 litros de leche en su vida productiva. Luego de ser matada, su carne de baja calidad es utilizada como materia prima en la elaboración de alimentos para mascotas.

En el sistema de producción de carne para humanos los toros sufren otro destino en comparación a las vacas lecheras. Después de la castración son engordados intensivamente durante 3 años y luego matados para su posterior consumo. En sistemas convencionales, utilizan concentrados para aumentar la tasa de crecimiento y cantidad de leche producida.
En el Reino Unido, antes de la crisis de la “vaca loca” los concentrados aun contenían carne vacuna pulverizada; aun este sistema es utilizado en casi todo el resto del mundo. Estos concentrados aumentan los desordenes metabólicos de los animales, los cuales sumado a la cría intensiva, dan por resultados otras enfermedades. Las cuales son contrarrestadas por el uso prolifero de antibióticos. El sistema orgánico difiere del sistema convencional por la baja intensidad de alimentación y hacinamiento. Aun, todas las granjas orgánicas mandan a matar todos sus animales al fin de su vida económicamente productiva. Solo algunos afortunados quedan como mascotas, sin ser matados.

La dieta vegana
El sistema agropecuario vegano no utiliza animales de la granja. Si el sistema vegano fuese utilizado en su plenitud no se permitiría el uso de los animales en granjas, ni mascotas. El relacionamiento con la naturaleza y sus animales tendría una interferencia mínima. La tierra volvería nuevamente a su estado natural (bosques, praderas, etc.). La dieta vegana se basa en productos agro-ecológicos como frutas y nueces de árboles, como así también alimentos provenientes de cultivos de granos y productos hortícolas, en la ausencia de alimentos proveniente de productos y subproductos de origen animal.

Si los animales de la granja y los animales salvajes no se extinguiesen, como es una de las propuestas veganas, entonces la competencia entre los animales de la granja, que fueron domesticados y que retornan a una vida salvaje, y, los animales salvajes, se intensificaría. Esto llegará a la necesidad de tener un sistema de control de la población de animales, a través de la matanza selectiva del exceso.

Estos argumentos dan otra luz a la teoría vegana que estipula el mínimo de relación e interferencia con los animales en la naturaleza, por que al fin de cuentas la naturaleza forza la necesidad de control de la población de los animales en ambos casos, domésticos y salvajes.
Notables escritores veganos, como Kathleen Jannaway del UK, han dado su aporte al sistema agropecuario utilizando animales de la granja en los cuales se les protegen sus vidas, como Granjas Felices. Ellos ven el sistema de granjas felices como un paso intermedio entre el veganismo y la matanza indiscriminada de hoy.

Otros escritores veganos difieren en su aproximación a Granjas Felices. Ellos tienen argumentos válidos, referidos a la necesidad de mantener los animales a toda costa. Estos argumentos son complejos y polémicos. Sin embargo, un aspecto entre muchos que puede ser mencionado, es la necesidad de castrar la mayoría de los machos.

Mientras Granjas Felices comercializa sus productos con el lema “alimentos sin crueldad”, sobreentendiéndose que la naturaleza es cruel en sí misma. El concepto “alimentos sin crueldad” es inspirado en la palabra hindú “ahimsa”, no-violencia. En realidad el concepto correcto es de violencia mínima. Esto debe ser entendido en el contexto de que no violencia es imposible en este mundo.

La castración de la mayoría de los machos de los animales de la granja es vista como esencial para Granjas Felices. Ya que demasiados machos fértiles traerían demasiados problemas a este sistema agropecuario. El hecho de castración debería ser visto como de violencia mínima necesaria. En la misma forma, la cultura vegana también enfatiza esta práctica de violencia mínima. Su necesidad del control de la superpoblación también muestra que la naturaleza es cruel en sí misma y demanda una forma de interferencia y violencia inevitable.

En el sistema vegano mencionado recientemente, el hecho de la necesidad de limitar la superpoblación puede contradecir su propia teoría. Un sistema agropecuario “vegano fortificado” debería ser establecido, dejando a los animales salvajes en su hábitat natural. La contemporánea analogía con los elefantes africanos es válida, donde un gran esfuerzo es realizado para mantener a ellos fuera de los cultivos humanos, utilizando cercas electrificadas y la matanza controlada para evitar su superpoblación. En el sistema vegano, si bien los animales no son domesticados y manipulados por humanos, existe la necesidad de ser controlados a través de la matanza selectiva. Otra alternativa sería la fortificación de los cultivos humanos.

Para los veganos su sistema representa un sistema de violencia mínima. Para los vegetarianos, su sistema también representa un sistema de violencia mínima. Ambos tienen el mismo dilema y solución, coincidiendo ambos en que la naturaleza es inherentemente cruel en sí misma.

La palabra vegetariano (vegetarian en inglés) fue acuñada por los fundadores de la Asociación Vegetariana Británica en el año 1842, y deriva de la palabra latina vegetus, que significa “completo, sano, fresco o vivaz”. El vegetarianismo es un paso esencial en pos de una sociedad mejor.

Hoy día se puede ser vegetariano por motivos muy diversos:

– Humanitarias: Reducir el gasto que conlleva la producción de carne como alimento y aumentar el consumo de alimentos vegetales en detrimento de los de origen animal para luchar contra el hambre en el mundo, etc.

– Sociales: Contra los excesos de la sociedad de consumo actual en contraste con los países en vías de desarrollo o personas con recursos limitados.

-Dietéticas: Rechazan el consumo de carne; ya que se trata de un alimento muerto, tóxico y muy manipulado.

– Éticas: Que ningún animal sufra.

La cultura de la carne está generando graves daños

Cada año la industria de la carne gasta millones de granos que deberían servir de alimento para los millones de hambrientos que hay en el mundo. Merma suelo irremplazable, aguas y otros recursos críticos para la producción de comida. Envenena la tierra y agua con pesticidas, fertilizantes y otras sustancias tóxicas. Diezma la vida silvestre y extermina nuestros bosques y otros hábitats silvestres.

El consumo de carne en todo el mundo afecta al planeta entero de una forma dramática. El ganado contribuye al 20% de las emisiones globales de metano, lo que produce una polución medioambiental masiva. Muchos expertos consideran que una de las mayores amenazas para la humanidad es el recalentamiento del planeta. La ganadería produce una salvaje cantidad de estiércol que va a parar a nuestros ríos, lagos y mares; así como enormes cantidades de pesticidas y fertilizantes químicos que se utilizan para cultivar comida para animales. Desde 1970 se han venido quemando más del 25% de los bosques americanos para poder sembrar en ellos alimentos para ganado. La sequía, principal problema contemporáneo, se ve acentuada con la cantidad de agua que se emplea para cultivar estos campos. Más de la mitad del agua que se consume se destina a estos cultivos.

El impacto que produce en el Tercer Mundo el consumo masivo de carne que hacemos en Europa y Norteamérica.

Cada año, muere de desnutrición un número de personas equivalente a la mitad de la población de España. El 70% de los cereales cultivados se destinan al ganado, mientras que hay 20 millones de personas en el mundo que padecen de hambre crónica.

Para obtener un kilo de carne se gastan 16 kilos de cereales y legumbres. Si se redujera un 10 % en la producción de carne permitiría disponer de los cereales suficientes para alimentar a 60 millones de personas.

El agua es otro elemento que se ocupa y desperdicia enormemente por ejemplo para cultivar 1 kilo de trigo se utilizan 60 litros de agua, mientras que para producir un kilo de carne se gastan 2.500 a 6.000 litros de agua, un exceso que nos lleva a pensar que los recursos del agua terminarán por agotarse.

La paradoja del sistema de producción alimentaría actual reside en que millones de consumidores ricos en el primer mundo fallecen por enfermedades relacionadas con la riqueza (enfermedades coronarias, infartos, diabetes y cáncer), provocadas porque se atiborran de carnes ricas en grasa alimentadas a base de cereales, mientras que en el tercer mundo la gente muere de enfermedades provocadas por la pobreza al negársele el acceso a la tierra para cultivar cereales con los que alimentar a sus familias.

Diferentes estudios revelan que los vegetarianos tienden a vivir más que quienes comen carne.

Datos científicos demuestran una relación positiva entre la dieta vegetariana y la reducción del riesgo por obesidad, enfermedades de las arterias coronarias, hipertensión, diabetes, y algunos tipos de cáncer.

Las personas que consumen productos animales tienen un 40 por ciento más de posibilidades de sufrir cáncer y corren un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas y muchas otros males como infarto, obesidad, apendicitis, osteoporosis, artritis, diabetes e intoxicación alimentaría. Además, la carne contiene acumulaciones de pesticidas y de otros productos químicos hasta 14 veces más concentradas que en el caso de los alimentos vegetales.

– Ni la contextura física ni la dentadura del hombre corresponde a la de un animal carnívoro.

– Nuestros jugos digestivos carecen de la acidez necesaria para digerir la carne y es sólo por el hábito que el estómago se adapta a esa función. Incluso aseguran que un hombre que no haya ingerido nunca carne al hacerlo por primera vez, experimenta una especie de intoxicación semejante a la alcohólica.

– La descomposición de toda sustancia animal produce toxinas mucho más peligrosas que las procedentes de la descomposición vegetal.

El futuro de la proteína animal recae en la ingeniería genética; todas las compañías multinacionales están desarrollándola, y ya se han “fabricado” algunos animales cuyo código genético ha sido modificado.

Tendemos a olvidar que el plato que para nosotros supone un momento de disfrute, para los animales con los que nos alimentamos significa su vida.

Una vez que empezó la domesticación del ganado comenzaron las crueldades. Ya hablaba sobre ello Plutarco. Hoy en día no hay diferencia en el grado de sufrimiento que padecen los animales; la única diferencia es el gran número de ellos que sufren hoy. Los animales fueron apartados de su entorno natural y confinados en pequeños espacios, donde no podían moverse más que unos pocos centímetros, recibiendo comidas altas en proteínas para que fueran obesos con poca edad.

Esto es una salvaje perversión hacia criaturas libres a las que se deja de considerar animales y se las pasa a considerar unidades de producción. Somos educados en un entorno en el que comer animales se considera algo ?normal?, y por ese motivo la mayoría de nosotros nunca se cuestiona que pueda haber algo malo en ello. Si comprendemos que para cada animal su vida es importante, debemos mantener frente a ellos una actitud de verdadero respeto.

Los animales no son recursos, son individuos que disfrutan de su vida y de su libertad.

Los “animales de granja”; son hacinados, maltratados e ignorados hasta que llega el momento de cargarlos en los camiones con destino al matadero. En estas auténticas fábricas de comida, son separados de sus crías, mal alimentados y pocas veces ven la luz solar. Las granjas industriales de cría intensiva y los mataderos, lejos de ser confortables hoteles para animales felices que nos muestran los anuncios o los cuentos de los niños, son lugares infernales donde campan el horror, la enfermedad y la muerte. El aire que respiran es un hedor cargado de las sustancias tóxicas de sus desechos. Su alimento son piensos artificiales cargados de hormonas y toda clase de desechos de matadero.
Las condiciones son tan dantescas que los desesperados animales tienden a automutilarse o al canibalismo: por ello a las gallinas se les corta su sensible pico, o a los cerdos el rabo (para que no se lo muerdan unos a otros). Las enfermedades son continuas, por lo cual se les satura de antibióticos desde su nacimiento (así, la industria farmacéutica, destina a este fin la mitad de su facturación mundial).

Todo esto es válido tanto para animales “de carne” como de producción láctea o de huevos. Bajo estas condiciones es imposible que los animales, inmovilizados hasta su muerte, puedan desarrollar sus instintos naturales, como la búsqueda de alimento, la relación con los demás individuos de su especie o el apareamiento (la inseminación es mecánica y dolorosa, las crías son separadas de sus madres a los pocos días para iniciar un nuevo ciclo). Después viene el transporte al matadero y la muerte, en condiciones igualmente espantosas. De esta manera “viven” y mueren los animales de abasto, cada año unos 44.000 millones de individuos animales en los mataderos, unos 100.000 millones de individuos si contamos los peces.

¿Es necesaria esta masacre?

Si no hace falta matar para alimentarse, entonces, ¿para que hacerlo?

Ponerse en el lugar de otro, bien sea perro, toro, visón, cerdo, niño u hombre es un ejercicio de empatia, pensar e intentar sentir como lo esta haciendo el otro. El ser humano tiene la facultad de ser conciente de sus actos, y el dolor que estos actos pueden provocar en otros individuos. Antes de ponerte delante del plato piensa.

El veganismo: una modalidad más estricta que la dieta vegetariana clásica

Un vegano no consume productos o subproductos de origen animal, o productos testados sobre animales (antibióticos, cosméticos, etc.).

El término original inglés “vegan” fue ideado en Londres en 1944 por siete vegetarianos que se unieron para crear la “Vegan Society”, que hoy día sigue activa en Inglaterra. Utilizaron la tres primeras letras y las dos últimas de la palabra “vegetarian” para formar la palabra “vegan”.
El vegano rechaza en su dieta las carnes, los pescados, los lácteos, los huevos, la miel, y en general, todos los productos derivados de los animales, incluyendo el cuero, las pieles o incluso la lana. Se puede afirmar que es el estilo de vida más respetuoso con los animales y la naturaleza.

¿Cuáles son los motivos que llevan a una persona a ser vegano?

Nunca hay una única causa, pera las más comunes son:

1- La preocupación por los animales. Muchas personas se hacen veganas o vegetarianas porque no desean tener que matar animales para obtener alimento. Sin embargo, en la sociedad actual, debido a las condiciones tan inhumanas en que son criados estos animales, la obtención de otros productos distintos de la carne sigue siendo cruel y despiadada. Mucha gente se hace vegana y evita por completo todo producto de origen animal.

2- La salud. Actualmente está demostrado que el consumo excesivo de productos cárnicos y lácteos tiene efectos negativos para la salud.

3- Las preocupaciones ambientales, etc.

¿Qué alimentos incluye la dieta vegana?

Además de las frutas frescas, un régimen vegano puede incluir una gran variedad de platos preparados a base de cereales, pastas alimenticias, pan, patatas, legumbres (judías, garbanzos, lentejas, guisantes, soja, etc.), arroz, semillas, germinados de legumbres y semillas, frutos secos y sus cremas (de almendras, cacahuetes, anacardos, etc.); batido de soja y otros derivados de la soja (miso, tofu, tempeh…) y otros productos a base de proteína vegetal texturizada.

Riesgos para la salud de la dieta vegana:

Resulta un régimen precario desde el punto de vista dietético y nutricional, dada la peor digestibilidad de la proteína vegetal (de peor aprovechamiento que la de origen animal), siendo así mismo frecuentes los déficits de vitaminas B12, D, B2 y de minerales como calcio, hierro, fósforo y zinc.

Pueden aparecer signos de raquitismo y alteraciones del crecimiento en niños y adolescentes y, las mujeres embarazadas presentan habitualmente carencias de calcio, hierro y zinc.

Todo ello hace que esta dieta esté especialmente desaconsejada durante el periodo infanto-juvenil, el embarazo, la lactancia y en personas enfermas.

El veganismo es una alternativa ética y sana al consumo y dependencia de los productos -no adaptados a nuestras necesidades físicas y espirituales- como la carne, el pescado, los lácteos, los huevos, la miel, los productos derivados de los animales, y otros artículos de origen animal como el cuero y las pieles. Se puede afirmar que es el estilo de vida más sano y respetuoso con los animales y la Naturaleza.

ARGUMENTOS

Veganismo: argumentos éticos

Fuente: Vegan Outreach
Cada vez más gente accede al veganismo como protesta a las técnicas de cría intensiva de animales que se han impuesto en la ganadería. Los animales destinados a la alimentacion son excluidos de las leyes anti-crueldad y no reciben ninguna protección legal. Son tratados como mercancías inanimadas en una industria; de ahí viene el término “granja industrial”.

A diferencia de las granjas familiares tradicionales, los sistemas de confinamiento intensivo que dominan la ganadería hoy en día reúnen el máximo número de animales que quepan en un edificio, generalmente sin ventanas. Los animales han de convivir con sus propios excrementos, cuyas emanaciones amoniacales les provocan enfermedades respiratorias. Para mantenerlos vivos bajo estas condiciones, se les administra junto con la comida grandes cantidades de antibióticos. A pesar de todo, una gran parte de estos animales perecen antes de ser llevados al matadero.

También se les administran hormonas, y se manipula la iluminación y alimentación para hacerles crecer más y más rápido, y alcanzan más peso del que pueden soportar sus esqueletos. Esto les provoca dolores articulares. Sus problemas se acentúan por pasar toda su vida sobre suelos de cemento, compartimentos y rejas metálicas.

En los mataderos, los animales oyen a los que les preceden cuando los sacrifican, los huelen y en ocasiones incluso ven la matanza. Cualquier animal lucha por su vida e intentará huir hasta su último aliento.

Los manipuladores de animales suelen tratarlos con impaciencia y a veces con crueldad descarada. Se ha informado de numerosos casos de “crueldad deliberada”, por ejemplo, trabajadores que “se divierten matando y atormentando a los animales a propósito”, “disfrutando sádicamente sacándoles los ojos al ganado”, “golpeándoles en la cabeza contra las compuertas”, y “dándoles electro-shocks en partes sensibles de sus cuerpos”. Las lineas de producción en los mataderos se han acelerado y esta presión conduce al abuso.

El trauma de crecer en sistemas de confinamiento intensivo — unido a la exposición a condiciones meteorológicas extremas y la falta de comida y agua durante el transporte — pueden ocasionar que algunos animales estén tan enfermos o débiles que no puedan tenerse en pie, ni siquiera a base de golpes o descargas eléctricas. Se les conoce con el nombre de “downers” (se puede traducir como “acostadas”). Algunos manipuladores atan a estos animales a objetos fijos y desplazan atrás el camión para bajarlos, lo cual suele terminar con alguna pata rota. A menudo los arrastran con cadenas hasta la “pila de la muerte”, donde se les deja morir. Suelen ser las vacas lecheras y las cerdas reproductoras las que se “acuestan”.

Veganismo: argumentos de salud

Fuente: Vegan Outreach
Mucha gente sigue una dieta totalmente vegetariana (vegana) por razones de salud exclusivamente. A la gente puede resultarle sorprendente que no sólo se puede vivir sin porductos animales, sino que realmente se goza de mejor salud. No empezamos a segregar jugos digestivos al ver una vaca viva o recién sacrificada (o un cerdo); ver la matanza de un animal es repulsivo, e incluso provoca náuseas a mucha gente. Pero ¿a quién le repulsa coger una manzana del árbol o sacar una zanahoria de la tierra?

En palabras del Dr. Michael Klaper, “Tu cuerpo no tiene absolutamente ninguna necesidad de carne o leche de otros animales”. Todo lo necesario puede obtenerse de fuentes no-animales, incluso las proteínas (todos los vegetales contienen proteína), calcio (en semillas, verduras y fruta seca), hierro (higos, espinacas y legumbres), vitamina D (producida por el sol sobre la piel, también en las setas y en los germinados), vitamina B-12 (que se encuentra en la superficie de verduras biológicas crudas, y también la producen bacterias que viven en la boca, garganta e intestinos; de todas formas, consultar este informe sobre la vitamina B-12). También existen suplementos para gente con necesidades especiales.

La idea de que los productos animales son sanos y necesarios ha sido promocionada por las industrias cárnicas y lecheras, creadoras de “los cuatro grupos alimenticios”. Estas industrias reciben ayudas del Estado, que subvenciona la agricultura animal y promociona sus productos. Estos grupos distribuyen la mayoría de la información nutricional a los centros docentes. Debido a esta propaganda, la mayoría de la gente crece convencida de que es natural para los humanos consumir productos animales. Pero antes de que los humanos fueran capaces de fabricar armas para cazar, no eran lo bastante rápidos como para alcanzar a las presas, ni tenían garras para matarlas, ni colmillos para perforar su dura piel. En su lugar, teníamos dedos para recolectar y pelar frutas y verduras, así como tubos digestivos largos para poder absorber los aminoácidos esenciales en las combinaciones adecuadas. Los carnívoros naturales tienen tubos digestivos cortos, para poder expulsar pronto las toxinas que contiene la carne.

Los atletas suelen comprobar que una dieta vegetariana mejora su rendimiento, y muchos de los atletas de élite de todo el mundo son vegetarianos. Sixto Linares, record del mundo del triatlón de las 24 horas (nadar 4.500 m., recorrer 300 km. en bicicleta y correr 84 km.), es vegano. Otros atletas vegetarianos son Dave Scott (seis veces ganador del Triatlón Ironman — hombre de hierro), Stan Price (record del mundo de bench press), Bill Pickering (record del mundo en atravesar a nado el Canal de la Mancha) y Bill Pearl (cuatro veces Mr. Universo), entre otros.

Hay quien pregunta qué se puede comer aparte de animales. Hay muchos y variados platos a base de cereales, pastas, panes, patatas, semillas, legumbres, arroz, frutas y verduras. Pueblos de diversas culturas, por ejemplo en la India, Oriente Medio, México y Asia, siguen dietas vegetarianas, proporcionando una amplia diversidad y variedad de restaurantes. La pizza sin queso es también popular entre los veganos. Con un poco de experiencia, un cocinero vegano puede crear comidas indistinguibles en aspecto y sabor de las tradicionales preparadas a base de animales, y además muchos otros platos deliciosos.

Como cualquier otro cambio en la vida, como ir a la universidad, empezar en un trabajo nuevo, o casarse, adaptarse a una nueva dieta puede parecer un desafío y un sacrificio. Sin embargo, vivir de acuerdo con las convicciones personales y estar abierto a cambiar y explorar nuevas ideas proporciona muchas satisfacciones y grandes beneficios. Perseguir una dieta no-violenta no sólo es compasivo y sano, sino también variado y delicioso.

Veganismo: argumentos ecológicos

Fuente: Vegan Outreach
Mucha gente está concienciada sobre el medio ambiente pero no piensan en el daño que ocasiona la dieta basada en animales. Para consumir carne, huevos y productos lácteos, el ganado debe ser alimentado y alojado, y los productos conservados, lo cual requiere una cantidad de recursos tremenda. Según afirman los investigadores, sólo el 34’5 % de la energía procedente de combustibles fósiles empleada en la cría de animales más eficaz se obtiene como energía calórica. Sin embargo, en la menos eficaz de las cosechas vegetales se obtiene un 328%.

Aproximadamente el 90% de la avena, el 85% del maíz y el 80% de la soja producida en los Estados Unidos se da al ganado. Con una dieta vegetariana, se puede alimentar a 15 personas con la misma cantidad de tierra necesaria para producir una dieta cárnica para una sola persona. La comida que se ahorraría si todos los humanos consumieran sólo vegetales, bastaría para acabar varias veces con el hambre actual en el mundo.

Muchos países en desarrollo han expandido su producción animal para la exportación mientras su pueblo padece hambre. Por ejemplo, en Guatemala, cerca de la mitad de los niños menores de 5 años pasan hambre, mientras su país exporta millones de toneladas de carne a los Estados Unidos cada año.

Un tercio de todos los alimentos básicos consumidos en los Estados Unidos se emplean en la producción de dietas cárnicas, así como más de la mitad del agua consumida en todo el país. Un vegano puede ser alimentado con menos del 10% del agua necesaria para un carnívoro. Los desechos de la agricultura animal contaminan las aguas 3 veces más que cualquier otra actividad industrial.

Las técnicas de cría intensiva necesarias para producir dietas cárnicas han ocasionado la erosión de gran parte de la superficie terrestre. Millones de hectáreas de bosques productivos y diversos tanto en zonas templadas como tropicales, han sido talados y son destinados a pastos para el ganado; las consecuencias de esta destrucción todavía son desconocidas. Las vacas y las reses en general son la mayor fuente de emisión de metano, mucho más responsable del recalentamiento global que el dióxido de carbono.

Además de los animales criados y sacrificados para comer, otros animales mueren en los procesos de producción cárnica. Los lobos son cazados y atrapados para evitar que maten al ganado, los ciervos son abatidos para evitar que se coman las cosechas destinadas para el ganado, y los búfalos porque pueden contagiar infecciones a las reses.

Muchas industrias pesqueras han sido clausuradas por la sobreexplotación. A los animales como los leones marinos, que compiten con el hombre por el pescado, se les dispara o se les da peces rellenos de explosivos. Todas las especies no deseadas, que suelen formar la mayoría de las capturas, se devuelven al mar muertas.

Veganismo: argumentos médicos

Fuente: Vegan Outreach
Las enfermedades de las sociedades occidentales son enfermedades de exceso, y no de carencia. Se sabe que los vegetarianos tienen un menor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, cáncer de colon, osteoporosis, diabetes, cálculos renales y biliares, obesidad e hipertensión. Las investigaciones también señalan que las mujeres vegetarianas también tienen menor incidencia de cáncer de mama.

Se ha demostrado que las enfermedades cardíacas están altamente relacionadas con niveles altos de colesterol, que sólo se encuentra en productos animales. Se ha comprobado que una dieta vegetariana baja en grasas puede realmente ayudar a invertir las enfermedades cardíacas.

El cáncer de colon es la segunda causa de mortalidad por cáncer en los Estados Unidos. Comer carne y la falta de fibra en la dieta son sus factores desencadenantes. Los productos animales carecen de fibra, que sólo poseen las plantas.

La osteoporosis (descalcificación de los huesos) ha sido asociada con la ingesta excesiva de proteínas, lo cual es muy común entre quienes llevan una dieta basada en productos animales. Se ha comprobado que los estadounidenses presentan el doble de incidencia de osteoporosis que los chinos, a pesar de consumir el doble de calcio, cuyas 3/4 partes provienen de los productos lácteos. Los chinos obtienen la mayor parte del calcio de fuentes vegetales.

Los residuos de antibióticos, hormonas, pesticidas, herbicidas y otros productos tóxicos del medio ambiente se acumulan en la grasa animal. La contaminación bacteriana de los productos animales a menudo es causante de enfermedades, e incluso la muerte. Según apareció en la revista Time (17 de octubre de 1994), “se estima que anualmente la carne de pollo en mal estado mata al menos a 1000 personas y cuesta varios miles de millones de dólares en gastos médicos y pérdida de productividad”.

Una investigación del Wall Street Journal (1 de diciembre de 1994) reveló que los mataderos tienen unas pésimas condiciones de trabajo, especialmente los de aves. Casi uno de cada cuatro trabajadores de estos mataderos de aves sufren heridas o enfermedades relacionadas con su trabajo, casi el doble que la cifra de mineros del carbón. Estos trabajadores sufren arañazos, picotazos, cortes, defecaciones, tragan plumas, y desarrollan sarpullidos, ojos hinchados y heridas de las cadenas. Estas cadenas productivas, con velocidades máximas de 91 aves por minuto, se sitúan en el tercer puesto entre las industrias con mayor número de accidentes laborales, ocupando el primer puesto las de envasado de carnes. Las normativas inadecuadas y los excesos conducen a la tragedia: en 1991, 25 trabajadores fallecieron en un incendio en Carolina del Norte, porque todas las salidas estaban cerradas y no había sistemas de extinción.

El relevo de trabajadores temporales excede el 100% anual en muchas empresas, y los directivos evitan activamente la unión de los trabajadores. Hay que pedir permiso para ir al servicio. Un trabajador explicaba que “la regla es que sólo se puede ir al servicio 3 veces a la semana”.

Veganismo: argumentos filosóficos

Fuente: Vegan Outreach
Los animales existen en el mundo por sus propias razones.
No fueron hechos para el ser humano, del mismo modo que
los negros no fueron hechos para los blancos, ni la mujer para el hombre.
-Alice Walker, autora de “El Color Púrpura”-

No hay ninguna característica relevante moralmente que separe a los seres humanos del resto de seres. De hecho, la búsqueda ininterrumpida de un trato único condujo al psicólogo Paul Chance a la conclusión de que la única cosa que distingue a los humanos es que somos “la única criatura sobre la Tierra que intenta demostrar que es diferente del resto de las especies, y además superior a ellas”.

En realidad, rasgos como la inteligencia, la conciencia y el altruismo son una constante, e incluso ciertos individuos de otras especies tienen una mayor capacidad para estas aptitudes que algunos humanos. Sin embargo, estos criterios no deberían realmente importar en nuestra relación con otros seres. Como dijo el profesor de filosofía Jeremy Bentham, “La cuestión no es si pueden razonar, ni si pueden hablar, sino más bien si pueden sufrir”.

“La gente suele decir que los animales siempre han comido animales, como si esto fuese una justificación para continuar esta costumbre. Siguiendo esta lógica, no deberíamos intentar impedir que alguien mate a otra persona, puesto que eso también se ha venido haciendo desde el principio de los tiempos”.
Isaac Bashevis Singer, premio Nobel.

Para aquellos cuya mente es libre, el sufrimiento de los animales representa incluso más intolerable que el sufrimiento de las personas. Porque con éste último se admite que el sufrimiento es maldad y que la persona que provoca es un criminal. Pero miles de animales son inútilmente sacrificados cada día sin una sombra de remordimiento. Si alguien plantea esta cuestión, es tratado como ridículo. Y ese es el crimen imperdonable. Que sólo es válida la justificación de que la gente puede sufrir. Esto clama venganza contra la raza humana. Si Dios existe y lo tolera, clama venganza contra Dios.
-Romain Rollan, premio Nobel-

Como otros prejuicios, los animales padecen el del especicismo — un prejuicio contra otros por pertenecer a otra especie. En nuestros días los animales son las víctimas de la filosofía de “la ley del más fuerte”, en la que el hombre utiliza y mata a los más desprotegidos y más débiles.

La suerte que corren los animales tiene mayor importancia para mí que el miedo a parecer ridículo.
-Emile Zola-

Hay quien justifica el comer animales afirmando que las plantas también pueden sentir dolor. Sin embargo, no existe una evidencia biológica que indique que puedan hacerlo. Además, el dolor no tendría ninguna finalidad en una planta, puesto que no tienen la capacidad de escapar de las amenazas. No obstante, para los que sientan esta preocupación hacia cualquier tipo de ser vivo, una dieta vegetariana requiere menor cantidad de plantas, porque la cría de animales requiere primero alimentarlos a base de plantas antes de matarlos. Y por último, gran parte de la dieta vegetariana está formada por alimentos que no requieren matar a la planta — frutas, semillas y frutos secos, además de legumbres y cereales que se cosechan cuando la planta se ha secado.

Mientras seamos las tumbas vivientes de las bestias sacrificadas,
¿cómo podemos esperar una existencia ideal sobre nuestro planeta?
-George Bernard Shaw-

Mucha gente que se considera amante de los animales defiende a los zoos como una forma de promocionar la educación y la conciencia por los animales, y también de preservar especies amenazadas. Sin embargo, la mayoría de ellos son atracciones turísticas o zoos de pequeñas ciudades que sólo tienen animales sin peligro. Además, muchos cachorros del zoo son criados para aumentar la atracción de público, y cuando ya no son motivo de curiosidad matan los que sobran.

Las metas de la educación y conservación no justifican el obligar a un animal a vivir en cautividad. La principal conclusión es que los animales sólo son importantes en la medida del valor que tienen para sus capturadores. Es como encarcelar, mostrar y alimentar individuos de tribus indígenas amenazadas, en vías de desaparición. Cuando uno realmente se preocupa por las especies en peligro, el esfuerzo debe encaminarse a preservar su hábitat, no a encarcelar más animales.

Si vuelves a visitar un zoo, mira a los ojos a los animales enjaulados (especialmente aquellos que tengan jaulas separadas), a ver si están felices o si más bien están aburridos, solitarios y con un comportamiento neurótico (como la movilidad constante).

Después de su captura si son salvajes, o de criarles en cautividad, los animales usados en los circos y rodeos sufren encierros, aburrimiento y largos desplazamientos.

Los animales de circo sufren duros entrenamientos para forzarles a actuar bajo las órdenes del domador. Estos domadores suelen golpear a los animales con látigos.

En los rodeos, el lanzar el lazo sobre los becerros suele causarles fracturas de huesos, rotura de ligamentos y otras heridas internas. La monta de caballos salvajes y toros conlleva someter al animal a punzones eléctricos, productos cáusticos, espuelas afiladas y correas que se clavan en su abdomen para incitarles a moverse y saltar.

840 caballos sufrieron accidentes mortales en las carreras en América durante 1992, mientras que 3566 sufrieron heridas que les impidieron finalizar su carrera.

La caza de animales para alimento provoca menos sufrimiento que su cría en granjas industriales. Sin embargo, en la caza a veces algún animal escapa herido y termina muriendo lentamente agonizando. Otros son abatidos y sus crías mueren de hambre. Si la caza de ciertas especies fuese realmente para el control de la población, como se suele afirmar, escogerían cazar las hembras más que los machos. La caza no es necesaria en absoluto; se puede disfrutar de la Naturaleza y divertirse acechando simplemente con una cámara.

¿Cuándo alcanzaremos el punto en que la caza,
el placer de matar animales como deporte,
sea considerado como una aberración mental?
Debemos alcanzar ese punto en que este “deporte”
sea tomado como una desgracia de nuestra civilización.
-Dr. Albert Schweitzer-
El movimiento vegetariano debería llenar
con alegría las almas de aquellos que llevan
en el corazón la realización del Reino de Dios sobre la Tierra.
-Leon Tolstoy-

Veganismo: argumentos religiosos

Fuente: Vegan Outreach
Generalmente, los grupos veganos no suelen referirse a este tipo de razonamientos por el riesgo de ser considerados como una secta, aunque ciertamente hay que destacar la importancia que en muchas religiones tiene el hecho del respeto hacia los animales.

Cristianismo: En la Biblia se encuentra una referencia clara sobre la creación del hombre:

Hinduismo: Consumen vegetales porque no contienen sangre, que está considerada como un elemento contaminante. La veneración hacia las vacas procede de la misma idea, unida a la utilidad económica que el animal tiene para la población.

Jainismo: Los jainistas tienen como base el respeto a todos los seres vivos. Incluso como piensan que las plantas tienen alma, son muy parcos en su dieta y practican bastante a menudo el ayuno.

Budismo: Los budistas respetan la vida animal por el mero hecho de tratarse de un ser vivo. Además, consideran que la carne, el pescado, el ajo y la cebolla son alimentos excitantes, mientras que las frutas, verduras, lácteos y cereales integrales son relajantes y, por tanto, buenos para la meditación.

Adventistas del Séptimo Día: Piensan que para alcanzar el bienestar espiritual el cuerpo debe estar sano y que la manera de conseguirlo es no comer carne.

Musulmanes: La razón por la que no comen carne de cerdo – aunque en un principio es religiosa – tiene un trasfondo sanitario. El Corán prohibió su consumo para luchar contra la triquinosis y otras enfermedades que son transmitidas por este animal.

Judaísmo (aportado por Bea Beshara – Gracias): Por las mismas razones que el Corán, no comen cerdo, ni mezclan ciertos productos animales con el animal mismo; por obvias razones de higiene culinaria… (véase normas de cocina kosher).

LAS VENTAJAS DE UNA DIETA VEGANA

Además de los múltiples beneficios personales derivados del rechazo de los alimentos o artículos de consumo obtenidos de la explotación cruel, injusta e innecesaria de los animales, la adopción del veganismo contribuye a paliar el hambre mundial, a proteger el medio ambiente y a mejorar la calidad de vida de todo el planeta, creando las condiciones idóneas para una convivencia social basada en la no violencia.

Pitágoras, el gran filósofo y matemático griego, reconocía el significado y la importancia de una dieta exenta de animales en la siguiente exhortación pronunciada hace ya 25 siglos:

“¡Oh, dioses! ¿Puede darse mayor delito que introducir entrañas en las propias entrañas, alimentar con avidez el cuerpo con otros cuerpos y conservar la vida dando muerte a un ser que, como nosotros, vive?”

LOS ANIMALES

La mayoría de los animales que se crían para satisfacer la demanda de carne, leche y huevos provienen de explotaciones intensivas donde no se respetan sus necesidades más básicas ni sus derechos como seres vivos, sufriendo mutilaciones y malos tratos en unas condiciones deplorables de hacinamiento total para obtener de ellos el máximo rendimiento posible.

EL MEDIO AMBIENTE

Una parte de los problemas medioambientales y sociales que afronta la humanidad están relacionados con la cria de 1.300 millones de animales en explotaciones ganaderas que ocupan casi el 24% de toda la masa terrestre del planeta. La destrucción de millones de hectáreas de bosque virgen tropical en América Central y América del Sur, para aumentar el área de pastizales, está provocando la desaparición de especies enteras de plantas, así corno docenas de especies de pájaros, mamíferos y reptiles. Las técnicas empleadas por la ganadería intensiva causan la pérdida irreparable de la capa fértil del suelo. Mientras el hambre mata a millones de personas por carecer de los cereales que se dedican para alimentar al ganado, otros tantos mueren a causa de las entermedades que se generan con el consumo de carne de animales alimentados a base de cereales. La práctica del veganismo es la forma más directa de colaborar a proteger el medio ambiente; siguiendo una dieta vegana, por ejemplo, gastamos menos del 10% del agua necesaria para alimentar a alguien que se alimente de carne.

LA SALUD

El consumo de grasa y proteína animal sobrecarga la función renal y es perjudicial para nuestro aparato circulatorio. Una alimentación a base de carne, pescado, huevos y leche incide negativamente sobre nuestra salud, favoreciendo el desarrollo de enfermedades de origen nutricional como la arteriosclerosis, la hipertensión, elcáncer, la osteoporosis, la diabetes y las enfermedades del corazón. Mientras que una dieta basada en el consumo de fruta, vegetales, cereales y legumbres, rica en fibra y elementos nutritivos, es ideal para mantener limpio nuestro organismo y nuestras arterias, pudiendo obtener así la cantidad adecuada de grasas y proteínas sin preocuparnos por el colesterol, que sólo se encuentra en los productos de origen animal. La leche de vaca contiene la proporción ideal de grasa y proteínas para los terneros, sin embargo, no es un alimento adecuado para el ser humano.

¿QUÉ ALIMENTOS FORMAN PARTE DE LA DIETA VEGANA?

Además de las frutas frescas y los vegetales, un régimen vegano puede incluir una gran variedad de platos preparados a base de cereales, pastas alimenticias, pan, patatas, legumbres (judías, garbanzos, lentejas, guisantes, etc.), arroz, semillas y frutos oleaginosos, germinados de legumbres y semillas, frutos secos, crema de almendras, cacahuetes, anacardos, etcétera; leche de soja, tofu, tempeh o análogos, a base de proteína vegetal texturizada, que aportan los elementos necesarios para satisfacer los paladares más exigentes y cubrir ampliamente todas nuestras necesidades nutritivas.

Extraído de la publicación anarcoveganista Último Reducto nº0.

Un comentario sobre “Anarquismo y veganismo”

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