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Según explicó a Efe la portavoz del grupo, que se identificó como Vinílica, la idea es «acercar información a la gente sobre el uso y el abuso que sufren los demás animales».
«Lo de desnudarnos es porque sabemos que atrae la atención, pero no buscamos un resultado concreto, solo invitamos a la reflexión sobre este tema», dijo la activista.
Ante la mirada entre atónita y divertida de los transeúntes, muchos de ellos artesanos del cuero que ocupan diariamente la calle para vender sus productos, los jóvenes buscaron, además, pedir a sus conciudadanos una reflexión sobre el consumo de carne, a la que los uruguayos son tan aficionados.
Vinílica reconoció que una actividad de este tipo es «algo poco común en un país ganadero como Uruguay», donde se consumen 58,2 kilogramos de carne vacuna por año y por persona.
«Porque toda la vida haya sido así y la explotación de los animales haya existido no tiene porque seguir siéndolo. Si queremos hablar de un mundo justo y respetuoso tenemos que ser justos y respetuosos con los demás animales. No es justo alimentarnos ni vestirnos con animales porque ellos están aquí para ser libres igual que nosotros» sentenció la activista.