El humano se somete voluntariamente a esclavizarse en el alcohol, debo reconocer que las drogas y el alcohol en si no son un problema sino es el consumo de estas y en las cantidades en que se efectúa. Respeto a la gente que decide abstenerse a estos vicios, pero no veo eso como única solución (considero que el consumo o no pasa por un tema de autonomía).En cuanto a las personas que le declaran la guerra al sistema, se me es difícil comprender su forma de actuar cuando adquieren compromisos o se toman decisiones en conjunto para después pasárselas por la raja ¿por un carrete? Cuando se pone en juego el trabajo arduo de un colectivo de personas consientes por una «jarana» es cuando verdaderamente me enojo y siento que el sistema está tan bien diseñado que quienes se dicen ser críticos se pisan la cola y hacen un SALUD por el capitalismo.
El sistema nos quiere ver tontos, el alcohol en exceso genera daño a nuestro organismo y ganancias a quienes lucran con un pueblo borracho, les da seguridad a quienes piensan que podríamos ser una amenaza pero borrachos no somos capaces de pensar ni en las consecuencias de nuestros actos –> esa es una ganada que tiene este sistema podrido, una ganada que nosotros le entregamos en bandeja.
Mas allá del daño a nuestra imagen de estar borrachos en una situación crítica, veo con pena el daño a nuestra integridad y valores propios, a la falta de fuerza de voluntad hacia el autocontrol de nuestras vidas, ¿como queremos desligarnos y destruir este sistema fascista si lo tenemos tan arraigado en nuestras conductas? Ya viene siendo hora de ser autocríticos también, seamos concientes de que nosotros también estamos alimentando a una gran maquina que nos pasa por encima y se ríe a carcajadas de nosotros, estemos concientes de que en este mundo no vivimos solos y muchos de nuestros actos afectan a los seres vivos que nos rodean, a la gente que queremos, a nuestr@s compañer@s.
Escrito por Beterraga R.