El activista ya fue incluído hace meses en la lista de los “Terroristas más buscados” de Estados Unidos.

El programa de televisión “America,s Most Wanted” (“Los más buscados de América”) afirmó haber recibido una nota que aseguraba que un sospechoso de atentar con artefactos explosivos contra una empresa de experimentación animal podría estar viviendo en el Oeste de Massachusetts. Daniel Andreas ya ha sido mencionado en ese mismo programa tres veces, tras ser acusado en 2004 por dos ataques explosivos contra empresas que mantenían negocios con Huntingdon Life Sciences. Lleva en la clandestinidad desde hace 7 años.

En una conferencia de prensa, el FBI dijo que había recibido una “reciente y actual” nota en la que se situba a Daniel en Massachusets, y pidieron la ayuda del público para capturarle.

A Daniel se le busca por dos acciones:

Un ataque explosivo el 28 de Agosto de 2003 contra Chiron, una empresa de biotecnología de Emeryville, California. Fue reivindicado por Células Revolucionarias – La brigada de la liberación animal.

Un ataque explosivo el 26 de Septiembre de 2003 contra Shaklee, otro cliente de HLS en Pleasenton, California. También reivindicado por Células Revolucionarias – La brigada de la liberación animal.

Si se le condenase por todos los cargos, recibiría una condena mínima de 30 años de cárcel.

Esta es la tercera vez que el FBI asegura que tienen “sólidas pistas” sobre el paradero de Daniel. En los pasados 8 años, también han dicho que estaba en Costa Rica y Virginia, pero nunca se realizó ninguna detención. Y aunque el FBI haya centrado tanta atención en el caso mediante conferencias de prensa, o programas de televisión, e incluso incluyendo a Daniel en la lista de “Terroristas más buscados”, Daniel ha conseguido mantenerse en la clandestinidad desde 2004. El FBI incluso incluyó una lista de características que permitiesen identificar a Daniel, llegando a decir que “sigue una dieta vegana, no come carne o productos que contentan derivados animales”.

Daniel es el primer ciudadano estadounidense en ser añadido a la lista de “terroristas más buscados” del FBI. Las acciones de las que se le acusa solo causaron daños relativamente leves a edificios vacíos.