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Carl-Henric Svanberg, presidente de la empresa petrolera BP, culpable del “accidente” en el Golfo de México, estuvo de viaje en un yate acompañado de su amante, varios días después del derrame de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon, era lo que informaba el medio británico “The Daly Mail”.
El ejecutivo sueco y su amante Luise Julian, del mismo país, visitaron Tailandia, Australia, Bali y Singapur en el yate “Cygnus Montanus II” de 25 metros de eslora e incluso pasaron por el centro de Gestión de Crisis en Houston.
Svanberg, que dimitió como presidente de la compañía de telecomunicaciones Ericsson a finales de 2009, es también conocido por su frase “cuidamos a la gente pequeña” con la que se refirió a la población afectada por el derrame de crudo.
El presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward, es otro aficionado a los yates. A finales de junio se embarcó en unas regatas con su familia en el Reino Unido.
Mientras estos corruptos hombres ocupan el sucio dinero en diversión, animales y medio ambiente pagan las consecuencias de sus empresas que les financian estos viajes.