>La crueldad tras el comercio de la piel de cocodrilo

>

Los cocodrilos habitan las zonas tropicales de Asia, África, América y Oceanía y son los animales más grandes y pesados que existen hoy en día.
Pero su cruel y fría muerte esta ligada tanto al beneficio económico de las personas que estos son victimas, con el fin de vender su piel y carne que se sirve a muy altos costos en restaurante y enlatados.
La piel de cocodrilos es utilizada principalmente para fabricar prendas de vestir y accesorios como cinturones, billeteras, carteras, maletas, etc. Dando el mismo uso que la piel de las vacas, el cuero, con la única diferencia que es mas apetecida por la burguesía adinerada.

Los huevos de cocodrilo son robados en los ríos para ser llevados a una incubadora donde estarán por alrededor de 90 días y luego ser trasladados a la zona postnatal donde se encuentran hacinados unos 20.000 animales produciéndose así miles de muertes, enfermedades y sufrimiento a estos seres.
Los animales mas pequeños (recién nacidos) son sacrificados para fabricar principalmente zapatos y billeteras con la piel de su estomago mientras que otro son llevados a lugares artificiales lejos de las condiciones naturales hasta esperar la hora de su muerte.
Los cocodrilos de apenas 20 días son electrocutados de forma anal o asfixiados. Para hacer un bolso o un par de zapatos se necesitan alrededor de 3 o 4 cocodrilos bebes.
Generalmente los cocodrilos de mas tamaño son matados con descargas eléctricas, que es un método que no daña la piel; pero si ahí otras técnicas de matanza que no son muy utilizadas. En algunos países suelen romper la medula espinal golpeando la cabeza del cocodrilo en un tronco o armas de fuego.
Algunas de las firmas conocidas que utilizan pieles de cocodrilo para sustentar su negocio a base de muertes son Manolo Blahnik, Óscar de la Renta, Gucci, Cartier, o Hermès, entre muchas otras.

El cocodrilo no solo es explotado por pieles, si no también muchos de ellos son prisioneros de la ambición de miles de zoológicos que lucran con sus vidas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *