Interrogantante que vibra cada unx de nosotrxs encontrando colores infinitos y los aromas más ácidos nunca antes apreciados.
Nos procuran meter en un saco en donde todxs somos iguales en aptitudes ya previamente impuestas, contrariamente a que somos por naturaleza seres diferentes en intereses.
No quiero y no puedo entrar a ese saco uniforme, descolorido, antinatural. Quiero vivir, ser y hacer lo que desee, sin importar no encajar con tu estúpida norma de convivencia.
¿Y ustedes? ¿Qué esperan? Inquietxs pero a la vez sometidxs, desconformes y a la vez agradecidxs.
Me miran como si fuera un ser sin alma, un bicharraco del desierto, una pieza rota del rompecabezas. Pero a mí no me interesa encajar en su loca distribución de papeles; yo juego el rol que puedo y que me apetece jugar.
Armé durante unas noches de desvelo, en mi cabeza un puzle, esquema que deseo todos conozcan. Nos lleva a un lugar ignorado pero no por eso uno menos agraciado. No puedo dibujarlo, no puedo retratarlo, no puedo describirlo siquiera; este lugar está en mi cabeza y quizás en algunas mentes de inadaptadxs, locxs, falladxs, problemáticxs tal como me denominan ustedes, mis tan concurrentes convivientes.
Huéspedes de este lugar, el sitio que se ha forjado dentro de un ambiente de ignorancia y desesperanza, lucidez y enfermedad.
Quisiera vivir e invitarles a pasar adentro de mi mente y habitar ese lugar que he creado, convidarles el momento a solas con su verdadera persona. Servir de espacio para que rebelen su identidad tan bien escondida dentro de sus quereres.
Experimentar y cambiar el ambiente que nos rodea, quizás así podrían animarse a mirar a los lados, al frente y atrás para recapacitar acerca de su pensar y actuar.
Escrito por Solsticio de invierno
Extraído desde: Metiendo Ruido