El creciente uso de teléfonos celulares es el responsable de la desaparición de las abejas y del colapso de sus panales, según investigadores de la universidad de Chandigarh en Punjab, India. Los expertos han señalado que las ondas de los teléfonos móviles probablemente interfieren con los sensores de navegación de las abejas.A inicios de año, pusieron en marcha un experimento controlado a través del cual compararon el comportamiento y la productividad de las abejas en dos panales, uno con dos teléfonos celulares instalados que eran encendidos dos veces al día, quince minutos por vez, durante tres meses. El otro panal tenía dos teléfonos falsos.

Después de tres meses los investigadores registraron una dramática disminución en el tamaño del panal en la que estaban los celulares reales, menos reproducción e inclusive menos miel. También se redujo el número de abejas obreras.

Ved Prakash Sharma and Neelima Kumar, los autores del reporte escribieron que el incremento en el uso de aparatos electrónicos ha ocasionado la electro-contaminación del ambiente y que el comportamiento de las abejas y su biología se ha visto afectada por el “electro-smog”, teniendo en cuenta que estos insectos tienen magnetita en sus organismos, lo que les ayuda en su orientación.

Extinción masiva de aves por las antenas de telefonía móvil:

Según un estudio británico existe correlación entre la desaparición de 10 millones de aves y las radiaciones de microondas de las antenas.

Investigadores británicos afirman que las radiaciones de microondas de las antenas son las responsables de extinción masiva de aves en el entorno cercano de las antenas de telefonía.

Según los estudios de Rosie Cleary, del British Trust for Ornithology, las estaciones base de telefonía móvil pueden ser la causa de la desaparición de diez millones de pájaros en los últimos años.

Las especies más afectadas son gorriones y estorninos, que así pagan cara su tradicional cercanía al medio humano, pero estas peligrosas radiaciones también están alterando la reproducción de palomas, cernícalos y rapaces nocturnas, entre otras especies en estudio.

Desde hace años, en diversas auditorías ambientales los vecinos afectados por antenas repetidoras de telefonía móvil, nos informan que ya no se ven, o no se oyen cantar los pájaros desde que se han instalado las antenas.

Parece ser que las paseriformes (pájaros cantores) por su pequeño tamaño son más vulnerables a la radiación, sobre todo por el menor espesor del cráneo, y a medio plazo este fenómeno pueda afectar de manera drástica a la tasa de reproducción de las poblaciones, sobre todo en el medio urbano.

Estas radiaciones afectan igualmente a los mamíferos, y se han observado malformaciones congénitas en terneros, nacidos en granjas cerca de antenas, en varias zonas se ha observado la desaparición de murciélagos, y es fácil constatar que hasta las ratas huyen del entorno de las antenas.

La extinción masiva de aves es un asunto grave y urgente, pues no solo está en juego la vida de millones de aves, esta radiación afecta por igual a mamíferos, y por supuesto a los seres humanos (embarazadas, bebés, niños, ancianos) Evidentemente, los pájaros y en particular los gorriones por su cercanía al ser humano, son unos excelentes «indicadores de calidad medioambiental» y como las mariposas y otros insectos, cuando escasean o desaparecen nos avisan de que algo anda mal en el medio ambiente…

En conclusión queda al manifiesto qué el desarrollo tecnológico para nuestra «comodidad» siempre traerá consecuencias dañinas para las demás especies, para la naturaleza y en la mayoría de los casos para nuestra propia especie y existencia de ella.