Los gorilas son una especie en peligro de extinción y estos han sido victimas de cazadores furtivos durante mucho tiempo. Las amenazas a la supervivencia de los gorilas incluyen destrucción de su habitad y la cacería. Esta última se ha incrementado con los conflictos armados en los países en que habita, y un creciente interés en zonas afluentes por “carnes exóticas”.

En el 2004 una población de varios cientos de Gorilas del parque nacional Odzala (Republica del Congo) fue esencialmente eliminada por el virus del ébola. En el 2006 un estudio publicado en la revista “Science” concluyo que más de 5,000 gorilas habían muerto recientemente a causa de dicho virus.

National Geographic, denuncio el 2008 las matanzas contra los gorilas de montaña la cual fue atribuida a la guerrilla rebelde del Congo, que utilizó la carne de los animales para comerla. Incluso agricultores de la zona toman la venganza por su mano al destruir instintivamente estos animales sus plantaciones de patatas.

El 2008, en los volcanes de Virunga, dentro del Parque Nacional de la República Democrática del Congo y a un kilómetro del poblado Bikenke, se hallaron cinco cadáveres de gorila de montaña (un espalda plateada y cuatro hembras), pertenecientes al grupo Rugendo formado por 12 ejemplares.

El ataque dispersó al resto de los miembros del grupo. Dos días después se encuentró a una cría de un año y medio, hija de una de las hembras asesinadas, herida de bala en la pierna derecha. Se trasladado al orfanato de Goma, donde le están dando todas las atenciones necesarias para su recuperación y reintroducción en la zona.