Hubo dos reportes esta semana de que el FBI / policía de Florida anda en la búsqueda de informantes para proporcionar inteligencia sobre el movimiento de los derechos de los animales local.En el primer caso, una mujer en West Palm Beach que está activa en el rescate de perros fue visitada en su casa por un agente del FBI. Le dijeron que los activistas anti-vivisección están “cruzando la línea”, convirtiéndose en “peligrosos” y que “harán daño a alguien.” El agente le dijo: “Usted tiene un acceso que yo no tengo.” Se le dijo que iba a ser “recompensada” por cualquier información que proporcionara , el agente también le ofreció llevarla a almorzar. Ella le dijo al agente que no estaba interesada. Antes de salir, el agente le advirtió que no se asocie con los activistas por los derechos animales. A principios de abril, un activista que hace diseño de páginas web para ganarse la vida fue contactado por una “entrenadora física” en busca de ayuda para crear un sitio web. El activista se reunió con la mujer en un café y hablaron durante una hora sobre el proyecto. La “entrenadora” complementa su historia con fotos de su trabajo, etc. Durante una segunda reunión, de la nada, la mujer mencionó que su novio era amigo de alguien que trabaja para el FBI, y que el FBI pagaría “muy bien” por obtener información sobre activistas por los derechos de los animales locales. Ella afirmó estar preocupada de que los activistas “podrían ponerse violento.” El activista puso fin rápidamente a la conversación.
Es importante crear conciencia cuando el FBI comienza a dar vueltas. La mejor defensa es siempre el silencio, y las historias de este tipo deben proporcionar un mensaje a los activistas para recordar por qué nunca se puede hablar con la policía. Si no lo ha hecho, por favor lea en caso de que llame a la puerta un agente.
Si usted ha sido visitado por el FBI, por favor llame a la línea directa de Green Scare: 888-NLG-ECOLAW.
Ya en otros artículos, hemos manifestado nuestra crítica a como las organizaciones “antiespecistas” (Grandes e internacionales) recurren a las donaciones ciudadanas vías cuentas corrientes u otros medios, justificándolo como financiamiento para la fabricación del material que se utiliza en sus campañas. Pero a lo que se debiese recurrir es a la búsqueda de nuevos activistas a la lucha contra el especismo y así cada uno ayudar al sustento y a la fabricación del material que se utiliza y no validar la inactividad de quienes tienen ideas y no hacen más que regalar dinero (a otros con ideas) para que a quienes les regalan, luchen por ellos.
Desde El Activista, creemos en la autogestión de material, en como nosotros mismos podemos gestionar tanto el material que usaremos, como también las actividades en donde lo utilizaremos. Creemos en el movimiento tanto independiente como colectivo sin el uso de dineros de por medio. Creemos en una lucha comprometida con el solo hecho de difundir la idea en el boca a boca. Creemos en el activismo diario y no del fin de semana. Creemos en un cambio social y no legislativo. Creemos en un cambio radical y no en reformas. Pero la idea central que aquí queremos manifestar y difundir, es la de autogestionarnos nuestras herramientas para la lucha antiespecista y no seguir recurriendo a los demás para que nos fabriquen algo con lo que debiese partir cada causa y es la “oposición y rechazo”. El concepto de “autogestión” no es tan solo una forma de luchar, sino también una forma de vivir, como lo aplican muchas personas a la hora de la alimentación con el cultivo de los alimentos veganos en huertas.En la fotografía de más arriba, podemos ver una huerta urbana, de la que una familia se alimenta sin recurrir a las industrias cómplices de la tortura de animales. Una opción bastante consecuente para un vegano que realmente pretenda hacerle una lucha efectiva al especismo.