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Cremas, lociones humectantes y geles en base al extracto del caracol han generado un rápido, corrupto y gran negocio cosmético.
Negocio cosmético argumenta:
Los caracoles tienen la capacidad de regenerar sus tejidos y gracias a su baba que es extraída mientras el caracol se traslada, ahora puede aplicarse en el rostro humano, para prevenir el envejecimiento de la piel y combatir problemas como manchas, cicatrices y acné.
La verdad de la baba de caracol:
La especie de caracol que hoy se cultiva en los criaderos, tiene el nombre de “Cryptomphalus Aspersa” cual se usa para fines gastronómicos y dermatológicos.
Según expertos, para que los cosméticos a base de baba de caracol sean eficaces como dicen ser, deben ser elaborados con la secreción que el caracol genera para defenderse ante determinados estímulos externos, como radiaciones o estrés mecánico, lo que deja completamente anulada la idea de que la baba utilizada para hacer cosméticos es la que el caracol genera al momento de desplazarse.
Esta secreción obtenida del caracol “cryptomphalus aspersa” en su estado de estrés, es extremadamente rica en proteínas y polisacáridos, responsables de su actividad generadora.
Pero es totalmente falso que la baba utilizada en la fabricación de cosméticos, sea la de desplazamiento, ya que esta carece de actividad biológica y cuya única función en el caracol es permitirle su movilidad.
¿Por qué creemos que la baba de caracol no es lo que sus vendedores dicen que es?
Vea el siguiente video e infórmese: