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Mientras el Cataluña prohíbe las corridas de toros, las “fiestas” taurinas de “tsuno-tsuki” como se les llama a las peleas de toros en Japón, esta ganando popularidad en el país asiático. A diferencia de España donde las peleas de toros están bajo la fuerte presión de grupos activistas y ahora por políticos contra la crueldad animal.
En Japón, esto transcurre entre dos toros y termina pocos minutos antes de que se derrame sangre.
Foto: plena pelea de toros en Japón
La pelea comienza cuando 20 separadores de toros “seko” guían a los animales mientras se enfrentan en un cuadrilátero, estos lacean a los toros por sus patas traseras con una cuerda y las separan, a menudo arriesgando sus vidas. Los seko son los encargados de que el combate se haga dinámico y dramático.
Las peleas de otros o “Tsuno-tski” se practican en todo Japón, con principales lugares como la isla de Okinawa, en el sur del país y esta crueldad ha sido nombrada “característica cultural importante” por el gobierno japonés en 1978.
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Los delfines no por el hecho de ser un animal protegido por la «ley» no sufren el especismo.
Esto se puede apreciar en los delfinarios alrededor de todo el mundo, tienen una familia muy compleja lo cual hace que se demoren en desprenderse de sus familiares, se adaptan fácilmente a la vida en el mar y necesitan un gran espacio para satisfacer sus necesidades vitales.
El separarlos de su grupo familiar para ser encerrados en un estanque con agua clorificada o en pequeños lugares aislados para obedecer ordenes de un instructor y así poder conseguir comida, unos pocos peces muertes también es signo de maltrato. El nadar detrás de sus colas, montar sobre ellos, les produce un gran hostigamiento. estréss, conductas anormales, agresividad, automutilación, enfermedades infecciosas y muerte prematura.
Todo para entretener a un público que desconoce lo que sufren realmente estos seres estando en cautiverio, seres tan inteligentes y amigables con el hombre.
Gracias a los movimientos defensores de estos animales, los delfinarios están en decadencia; Inglaterra cerro todos los delfinarios en el 1993, Alemania cerro 5 de 9 delfinarios, Hungría prohibió la importación de delfines, Israel prohibió la importación de delfines para entretención, las Islas Caimán prohibió los animales en los circos porque considero que estos estaban siendo maltratados, etc. Pero no podemos dejar que la lucha termine aquí.
No podemos permitir que ciudades como Taiji (Japón) se haga famosa por la creciente ola de maltrato y asesinato a delfines, en donde supera en 3 veces más la matanza de ballena sin olvidar que el delfín esta dentro de las familias de “ballenas” y la caza de ballenas esta prohibida, claro la ley funciona cuando les conviene.
No podemos seguir permitiendo que sigan matando seres indefensos frente a nosotros.
En Taiji cada año son asesinados 23.000 delfines por comida.
Debemos seguir luchando por liberar a los animales que lo necesitan. Liberarlos de todo maltrato sea o no protegido por la ley como lo es este hermoso mamífero inofensivo.
No podemos permitir que los japoneses digan que asesinar es parte de su “cultura”.
Asesinar no es cultura de nadie.
Contrainformación y Resistencia